En la noticia del 19-7-23 comentaba que cuando empecé a navegar a vela creía que todo era cuestión de fuerzas de empuje. Un día descubrí que la dominante era la succión.

Esa pequeña variación conceptual me permitió entender cómo se podía navegar casi contra el viento.

Paralelamente yo creía que en la vida todo eran deseos propios que nos empujaban hacia nuestros objetivos incluyendo la ley como deseo del Estado.

Sin embargo estudios modernos demuestran que nuestros deseos, no son propios, sino que siendo inducidos por otro, nos atraen. Es como el viento, nos atraen (succionan)…

La prueba más elocuente de ello es la publicidad. Creemos que somos nosotros los que deseamos el objeto publicitado y no nos damos cuenta que el deseo es sugerido por la publicidad.

Bernays, un publicista famoso en los EEUU, creador de la “propaganda” que luego llamó “relaciones públicas” lo descubrió, experimentó y ganó millones. Un documental muy interesante puede verse en la BBC sobre su vida y sus logros The Century of the Self – Part 1: «Happiness Machines».

Hoy el mundo aplica estos conocimientos y las masas son conducidas, de la misma forma que los veleros son conducidos gracias a la succión del viento y el agua. En el primer caso se la dice “el arte de la publicidad” o «el arte de legislar», en el segundo “el arte de navegar”, y si bien nada tienen que ver en principio entre ellos, se asemejan en cuanto a cómo nos aproximamos a su descubrimiento y a sus consecuencias imprevistas…

Si nuestro deseo es el deseo de otro (incluyendo como deseo lo que la ley propone y asumimos como justo) y no tomamos consciencia de que es un deseo que incorporamos, es muy probable que nuestra vida termine por caminos que nunca nos propusimos.

Como en un barco, si no conocemos la naturaleza verdadera de las fuerzas que nos gobiernan difícilmente controlemos el rumbo del barco que navegamos, aunque efectivamente naveguemos.

¿Pero no sería mejor llegar a donde nosotros queremos efectiva y más rápidamente y no a donde los vientos nos llevan? ¿No sería interesante entender qué es la justicia y cómo funciona y conducir nuestros negocios y ayudar a nuestros clientes a llegar a donde quieren?

Para eso, al igual que se debe conocer un barco y el medio en el que se desenvuelve nosotros deberíamos entender racionalmente nuestra naturaleza humana y el medio cultural o legal en el que nos movemos …

Dentro de ese deseo del otro que constituye nuestro deseo y es nuestra esencia, el derecho, como dijimos, es el deseo del Estado hecho ley… que mayormente buscamos nos atraiga y excepcionalmente que nos empuje (coacción).

Este cambio de perspectiva, al igual que en un barco, nos permite entender como un ser humano y una empresa se mueven en la cultura y se organizan jurídicamente, succionados por los deseos y las leyes, aunque excepcionalmente pueda ser empujado por ellas…